Los contenedores refrigerados, también conocidos como Contenedores Reefer, desempeñan un papel crucial en el transporte de mercancías que requieren condiciones de temperatura controlada durante el tránsito, incluyendo productos como frutas, verduras, carnes y lácteos.
Pero, ¿cómo funcionan exactamente? El principio básico de operación de un contenedor reefer es simple: se trata de un contenedor marítimo aislado térmicamente que incorpora una máquina refrigeradora.
Esta máquina mantiene la temperatura interior constante, normalmente en un rango de -18° a +18° Celsius, mediante la circulación de aire frío. El proceso implica que el aire frío se inyecta desde la pared del fondo a través de un conducto en la parte inferior del contenedor, mientras que el aire caliente se recoge a través de una rejilla en la parte superior.
Además, estos contenedores están equipados con un sistema de ventilación que permite la entrada de aire exterior cuando es necesario.
La versatilidad de los contenedores reefer se extiende más allá de su función inicial de transporte. Gracias a su aislamiento térmico y cuando ya no son aptos para su uso original, se convierten en opciones perfectas para la construcción de oficinas o casas, debido a sus propiedades estructurales y de aislamiento.
Sin embargo, es esencial destacar que, a pesar de todas estas ventajas, es fundamental contar con orientación adecuada por parte de expertos y profesionales con experiencia al considerar la utilización de estos contenedores en proyectos de construcción.
Nuestros especialistas recomiendan buscar asesoramiento en aspectos como la capacidad y tolerancia al utilizarlos como elementos constructivos, el diseño, la maquetación, la construcción y la instalación, para garantizar un uso efectivo y seguro de estos contenedores en diversas aplicaciones constructivas.
